lunes, 3 de junio de 2013

Mensajería instantánea

Me llega un sms: "Ya se ha ido, te espero, bss".

Inmediatamente dejo todo lo que estoy haciendo y me dirijo a la ducha. Debo esperar un rato, no vaya a ser que me lo encuentre en la calle. Me enjabono entero entreteniéndome en aquellas partes que ya están duras con la expectativa de lo que vendrá después, aunque prefiero reservarme. Me encanta dárselo todo enterito a Cris, ver cómo cae en su boca y en sus pechos, cómo lo esparce por toda su piel. Me aclaro el jabón y me visto.

Me llega un mms: 
"Mira cómo me tienes. No tardes, porfa!!!"















Hace dos meses que estamos en esto, aprovechando la mínima ocasión para devorarnos, para comernos. Unas veces viene a mi casa y otras, cuando su marido va a trabajar, voy yo a la suya. En esta ocasión tendremos más tiempo para nosotros. El tipo se marcha de viaje un par de días. Decido mudarme a su casa durante el mismo período. Para estar más cerca de Cris, para disfrutar de esta bendita locura que me tiene loco desde el día en que nos conocimos.

Otro mms:
"Ya no tardes bb. Todo esto será tuyo"





















Salgo a la calle y camino deprisa las tres cuadras que me separan de su casa. Trato de manterner oculta la erección que me provocan sus fotos, sus insinuaciones y el recuerdo de las situaciones vividas. Quién me iba a decir a mí hace un par de meses que iba a estar con una mujer como Cris. Preciosa, inteligente, sexy. Todos esos calificativos son poco para definirla. El caso es que nos encontramos un buen día, quizás no en las mejores condiciones. Un encuentro casual, fortuito y treinta minutos más tarde ya estábamos besándonos. Así pasan las cosas y yo no me pude resistir a esos ojos verdes...

Más mms:
Bb, las niñas tienen frío, ¿vienes ya a arroparlas?

















ni a sus labios, ni a sus manos, ni a esos dos preciosos pechos que adoro lamer, mordisquear, acariciar y chupar. Ya me encuentro a menos de una cuadra. Debo ser cauto, no quiero que algún vecino indiscreto pueda sospechar o irse de la lengua. Tomo aire, y avanzo rápidamente los metros hasta el portal de su casa. "Cartero comercial" anuncio la contraseña tras llamar al portero automático. "Pase" - contesta Cris abriéndome la puerta. Mi corazón va a mil por hora, como aquella primera vez, como todas las veces, pensando en lo que me espera tras esa puerta.

La atravieso, y allí está, con esos jeans que le quedan formidables. Con esa blusa amarilla que contrasta con el color de su piel. Nos quedamos mirándonos por un instante, pero no podemos reprimirnos y en seguida nos abrazamos como fieras, como si nos faltara tiempo, como aquella primera vez en que me quedé prendado de esos dos ojos verdes, del tacto de su piel y el aroma del perfume que llevaba. Mis manos se me hacen escasas para poder abarcarla entera al mismo tiempo. Las suyas ya se han hecho cargo de mi pantalón y con diligencia se han apoderado de mi verga. "Suave, mi amor, tenemos todo el tiempo del mundo" - le digo mientras acaricio su cara. "La quiero ya, bebé" - dice antes de engullirla entera como quien devora un plato delicioso. No deja de lamerme, sabe que me encanta sentir sus labios, su lengua recorriendo toda mi polla. Me encuentro bien y no me importa esto que tenemos, no me importa que sea casada, ni que tengamos que escondernos para disfrutar de esta relación. No me importa el tiempo que dure, nada de eso me importa ahora... tan sólo me concentro en lo que Cris me está haciendo ahora.

Gracias, Cris, por dejarme compartir las fotos
Te adoro!!!

2 comentarios:

  1. que historia esta hombre...quede con la duda es basada en hechos reales....??

    muy buena y esos vecinos cuidado con ellos que tienen ojos en todas partes...

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  2. Te diré que el relato es completamente real, así como las fotos. En cuanto a los vecinos, descuida, también les regalamos los oídos ;-)

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