miércoles, 6 de febrero de 2013

Fuck-buddies

Me preguntas cuando fue el último polvo que he echado. A estas alturas de la noche, después de tantas cervezas, confesiones y anécdotas compartidas, ya no me importa responderte. "Ni me acuerdo" - te digo. Claro que me acuerdo, pero no tengo ganas de que me preguntes con quién. Demasiadas explicaciones tendría que darte. Te devuelvo la pregunta y me contestas con pena que hace tres meses, con un tipo que resultó ser un payaso. "Una mala noche la tiene cualquiera" - trato de consolarte. Resultó que llevabas varios meses saliendo con él, me contaste. Qué callado te lo tenías, parece ser que no me lo cuentas todo. Nos quedamos callados mientras bebemos la enésima cerveza. "Venga, dime quién fue la última" - insistes que te confiese cuál fue mi último polvo. Te vuelvo a decir que ya ni me acuerdo de con quién fue, que hace mucho tiempo de eso. Miento. Claro que me acuerdo. Eso no se olvida. Ni que yo hubiera estado con tantas mujeres. Y tampoco hace tanto tiempo. Tú no te lo crees y sigues preguntándome. No te lo voy a decir, pues eso me haría tener que darte muchas explicaciones y no quiero. "Vaya, ¿ya no tienes confianza en tu mejor amiga?" Como no vas a parar, te digo que hace dos meses y que fue un rollo de una noche, que estaba muy borracho y tal y cual. "Ah, pillín, tu tampoco me cuentas todo, ¡eh!" - dices socarronamente. Evidentemente, no.

Intento cambiar de tema. Esquivo todos tus intentos de sacarme información. Eres muy curiosa y yo no tengo ganas de hablar más de la cuenta. Te enfadarías si supieras con quién he estado y la otra persona me hizo jurar que jamás saldría de mi boca todo lo que ocurrió. No te quiero contar que estuve con tu amiga. Fue algo casual, no buscado. Surgió porque estas cosas son así. Bastó una palabra inocente que dio lugar a un doble sentido. El doble sentido os lleva al tonteo y cuando os queréis dar cuenta, acabáis desnudos en una cama, follando.

Seguimos bebiendo y fumando, como siempre, en tu cuarto. Cuántas tardes, noches y días, hemos pasado ahí, tumbados en tu cama contándonos nuestras penas y alegrías. Nunca pasó nada entre los dos. Somos amigos, ¿verdad? Sí, desde luego que sí y los amigos no hacen ciertas "cosas". Me dices que estás que te subes por las paredes, que tienes ganas de echar un buen polvo, pero no encuentras con quién. Ni se me pasa por la cabeza ofrecerme. Los amigos no hacen eso, aunque yo tampoco estoy satisfecho. Lo de tu amiga fue hace dos meses y desde entonces, nada de nada. Sí, es cierto, te confieso. Me masturbo mucho, pero también es cierto que no es suficiente, claro. Me dices que tú también te tocas. Cuando llegas del trabajo, te metes en la ducha y ahí te desfogas. Tampoco es suficiente y cuando te vas a la cama, antes de dormir, echas mano de tus juguetitos que me enseñas como un trofeo. Te imagino metiéndote eso por el coño, te imagino jadeando, tocándote, explotando en un intenso orgasmo. Se me ha puesto dura. Te das cuenta y sonríes maliciosamente. Me haces saber que necesitas una polla, urgentemente. Necesitas una polla, pero no cualquiera, me dices. Has tenido malas experiencias con extraños y no quieres repetir. Tampoco quieres una relación estable. Tan sólo quitarte las ganas.

"¿Alguna vez te has hecho una paja pensando en mí?" - me preguntas. No tengo huevos para decirte que lo he hecho muchas veces. Esas cosas no se cuentan a las amigas. Me ruborizo. Miro para otro lado. Te recuestas a mi lado y comienzas a jugar con mis rizos. Insistes con la pregunta. Me muero de la vergüenza. Hay cosas que nunca te diría, pero quien calla, otorga. Con tu otra mano acaricias mi mejilla y me susurras al oído que tú ya lo has hecho pensando en mí. Se me ponen los pelos de punta, entre otras cosas. Me agarras la cara con tus manos y me besas por vez primera en los labios. Me miras para ver mi reacción. Nos miramos a los ojos, como temerosos, como tanteando el terreno. Una oleada de deseo me invade y comienzo a comerte la boca y acariciarte por encima de la ropa. Esto lo cambia todo o quizás no cambie nada, pero tal vez no sea el momento de pensar en ello. No, ahora no. Con tus manos tratas de quitarme los pantalones. Yo hago lo mismo con los tuyos. La ropa sobrante va cayendo al suelo mientras  te subes encima de mí hundiendo mi verga hinchada en tus entrañas. Querías polla y ya la tienes dentro de ti. Te agarro de las nalgas y voy acompañando tu frenética cadencia. Trato de acompasar el ritmo, prologar lo más posible este instante. Tú no quieres eso, quieres algo rápido. Llevas mucho tiempo deseándolo y no quieres nada de romanticismos. Aceleras el ritmo para llegar cuanto antes. No creo que vaya a aguantar mucho más. Te retuerces y gritas: - "!!!Joder!!!". Acto seguido, exploto dentro de ti y quedamos abrazados, sin aliento.

Mientras recuperamos la respiración, un silencio incómodo se hace entre nosotros. Resoplamos, como cuando estamos nerviosos. Vuelve el pensamiento de hace un momento. "Esto lo cambia todo o no cambia nada". Intento decir algo pero con tu dedo índice me tapas la boca. "No digas nada" - me dices. Imagino que estás pensando lo mismo que yo: a partir de ahora, ¿qué?. Tampoco estoy seguro de querer cambiar las cosas. Estoy bien como estoy, creo. Lo pasé muy mal después de la última ruptura y no quiero volver a pasar lo mismo. No, al menos de momento, y menos contigo. Te miro y sigo viendo a la amiga, la confidente, la compañera de juergas, a quien llamo para felicitarle los cumpleaños, con quien quedo para tomarme unas cervezas, ver una película o a quien le presto mis libros de ciencia ficción. Te digo alguna chorrada y consigo que te rías rompiendo ese silencio autoinfligido. Me das un beso en la mejilla y me abrazas. Seguimos siendo los mismos, y sí, algo ha cambiado, ahora no sólo somos amigos. Ahora somos amigos que follan. Sólo espero que la próxima vez, me dejes ver tus tetas.

6 comentarios:

  1. Esas amigas especiales. Que morbazo de charlar de sexo con ellas.
    Siempre es entretenido.

    Buen blog. Saludos.

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  2. La de cosas que se aprenden, ;-)

    Gracias por tu visita y por tu comentario, amigo Malagueño Morboso

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  3. Y qué ha pasado? Lo ha cambiado todo o no?

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  4. Amigo Tiberyas,

    lo cambia todo, desde luego. Al principio lo llevas bien, lo tienes claro. Tienes todo lo bueno de una pareja, pero sin compromisos. Luego, poco a poco se van creando dependencias, ya no quedas como antes sin ninguna pretensión, surgen los celos y todo se va al carajo. A ver si un día escribo todo lo que ocurrió después.

    Gracias por tu comentario y un abrazo

    Salud!

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    Respuestas
    1. Me lo temía. Pensaba que la historia estaba sucediendo en el presente (ahí has sido muy hábil manteniéndo el suspense, eeeehhhh??? jejeje), así todo es cuestión de esperar y ver como evolucionó esto.

      Salud!

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    2. El tiempo es relativo, amigo Tiberyas. Es posible que ahora esté recogiendo todo lo que sembré. Perdona por la licencia literaria, no era mi intención mantener el suspense, pero como estás interesado, te lo contará el Sultán.

      Salud!

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