jueves, 8 de noviembre de 2012

Apuesta

La otra noche, una pareja de amigos, José y Sandra, me invitaron a cenar a su casa. También vinieron invitados otra pareja a la que no conocía. Sus nombres, David y Elisabeth. La cena fue deliciosa, la compañía inmejorable y la conversación muy amena. Tras la cena, continuamos con la plática y bebimos unos tragos. Cuando se acabaron los tragos, fuimos a comprar más y seguimos hablando y bromeando. Se tocaron muchos temas, incluido el sexo  y llegó un momento en el que la persona que iba sin pareja, es decir, un servidor; sobraba. El ambiente estaba muy caldeado y para no interrumpir, pues uno sabe cuando sobra, les anuncié que me marchaba. Me despedí de los anfitriones con abrazos para José y abrazos y dos besos para Sandra. También hubo abrazos para David y besos y abrazos para Elisabeth. Ya saben, uno tarda en despedirse, pues las bromas continúan y sorprendentemente cuando ya me voy, Elisabeth me da otro abrazo y al darme los dos besos, el primero apunta a mi mejilla y el segundo me lo da en los labios, apretando mi hombro y guiñándome un ojo. Quedé sorprendido por el atrevimiento de Elisabeth y me fui a mi casa muy caliente y preguntándome por qué me había besado en los labios delante de su esposo, que parece que no se dio cuenta.

Soy amigo de José desde el colegio y nos tenemos mucha confianza. Quedamos para almorzar al mediodía en el descanso del trabajo (por cierto, el lunes me contrataron en la nueva empresa y comencé aquella misma tarde). Estuvimos comentando lo bien que lo pasamos en la cena del día anterior. Me confesó que cuando me fui las dos parejas no tardaron en ponerse a tono y continuar la fiesta cada pareja en una habitación. La bebida, las referencias al sexo, los toqueteos previos y el hecho de que yo me fuera, pues les animó a hacer sus cosas. José me dijo que nunca había visto a Sandra tan excitada, quizás porque había otra pareja bajo el mismo techo que estaba haciendo lo mismo que ellos, y parece que competían para ver quién emitía los gemidos más altos y quién tenía más orgasmos. Según José, Elisabeth es bastante escandalosa, lo cual puso como una moto a Sandra y comenzó a imitarla. Antes de que entrara en más detalles sobre como se folló a su pareja, le confesé a José lo que había pasado en el momento de las despedidas, lo cual, no pareció sorprenderle demasiado. "Es bastante zorra" - me dijo. Al parecer, ya había tenido sus insinuaciones con José, al cual le había puesto en situaciones comprometidas, que no habían acabado en nada porque quería respetar a Sandra.

José me dijo que ya que yo estaba libre, por qué no lo intentaba hacer con Elisabeth. Le dije que pasaba de meterme en esos líos. "Lo que pasa es que no tienes huevos para hacerlo" - me retaba José. No es cuestión de testículos sino de saber cómo acaban esas historias. Tengo ya experiencia en ello y todas esas cuestiones terminan siempre mal. Al principio, el morbo te lleva a hacer cosas que disfrutas, a pesar del daño que puedas hacer. Luego, la implicación y cierta inclinación a enamorarme de la persona que no me conviene, complica la historia. Todo se empeora más, cuando la otra persona también se enamora y se crea una peligrosa situación autodestructiva en la que hay una tercera persona. José insistía en que no tenía lo que hay que tener. El reto, el morbo y todas esas cosas me llevaron a aceptar la apuesta. Tendría que llevármela a la cama antes de que acabe el año...

2 comentarios:

  1. Maaaaaaallllll!!!! Se puede sucumbir ante muchas cosas, pero nunca ante un "no hay huevos", jejeje

    Un saludo, sultán.

    P.D.: ¿Has considerado que el marido pueda estar en el ajo, que les guste este tipo de juegos cuckhold?

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  2. Gracias, Tyberias, por comentar.

    Es cierto que que nunca hay que sucumbir a un "no hay huevos", pero tengo la manía de meterme en problemas por esa auto-afirmación personal testicular. Vamos a ver en qué acaba todo esto, pero dicen que sarna con gusto, no pica...

    Sobre lo de los juegos cuckhold, lo he pensado. No conozco muy bien a la pareja y sólo tengo referencias por lo que me ha dicho mi amigo "José". Pero si lo que realmente les gusta es eso... no creo que vaya a haber mayor problema...

    Un saludo, Tyberias, seguiré contando a ver en qué acaba esto.

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